sábado, 19 de abril de 2014

Correr en el Calor. Causa y Efecto.


PRIMERA PARTE.

Que corredor de fondo no ha experimentado dificultad corriendo en el calor? Muchas veces nos ha pasado que nuestras expectativas de tiempo y distancia se han ido al suelo al correr en horas donde el calor es sofocante, especialmente en esta época donde las temperaturas y la humedad aumentan dramáticamente.  

Correr es uno de los deportes más fascinantes pero al mismo tiempo es un deporte agotador en cualquier clase de clima. Pero si a esta actividad le agregamos el factor del calor, la lucha dentro del cuerpo entre el esfuerzo que hacemos durante la corrida y el trabajo del cuerpo por bajar su temperatura la situación se vuelve difícil.


Cuando la temperatura del ambiente es alta el cuerpo tiene que trabajar muy fuerte para enfriarse y además tiene que proveer la energía y oxigenación a todos los músculos que intervienen en el ejercicio. Sin embargo, los efectos de las endorfinas y la sensación de bienestar que produce la actividad nos motiva a hacer la próxima corrida.


Amigo lector: Vamos a tratar este tema de la manera más simple posible para que puedas edificarte. La idea es que aprendamos a conocer las condiciones ambientales de nuestro entorno, nuestras condiciones biológicas generales y la forma como podemos manejarlo para adaptarnos lo mejor possible.

Efectos del calor en el desempeño.
  • Primero, la deshidratación por sudoración y la pérdida de sodio. Aparte de perder muchos electrolitos y minerales a través del sudor, la pérdida de sodio se siente mas rápido y mas significativamente.
  • Segundo, se eleva la frecuencia cardíaca porque nuestro cuerpo está tratando de enfriarse a sí mismo y el corazón tiene que trabajar más duro.
  • Tercero, está relacionada con la anterior, y es que una mayor cantidad de sangre es desviada a la piel y se reduce la cantidad de sangre enviada a nuestros músculos, con lo que les llega menor cantidad de oxígeno.
Mientras mayor es la cantidad de calor que el cuerpo tiene que disipar mayor es el volumen de sangre que tiene que desviar a la piel y por consiguiente, menor volumen de sangre llegará a los músculos. En resumen, se pierden electrolitos, la frecuencia cardíaca aumenta y se desvía mayor volumen de sangre a la piel con lo que se reduce la oxigenación en los músculos y cae nuestro desempeño.
Siguenos. El proximo sabado publicaremos la 2da parte del articulo.


AUTOR: Jorge Musa, MBA



Fuentes:
Running Time Magazine

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